Ayer volvio a llover, durante la tarde y parte de la noche. Lo hizo de manera pausada, callada, deteniendose a ratos como para tomar aliento y en mitad de esa lluvia salí a la calle a correr, a encontrarme con esa lluvia, con esa ducha gratificante fuera de mi bañera.
Corrí con ganas, con fuerza, sin miedo, descargando tensiones del día, de la semana, intentando alejar tensiones y estabilizar ilusiones y esperanzas. He llamado personalmente a esta semana LA SEMANA!, confluyen en ella muchos esfuerzos, pocas voluntades y no se si pocas ilusiones, por parte de terceros. Veo a la gente a mi alrededor un poco sosa, un tanto insulsa, pero yo disfruto de esta lluvia, estoy seguro es fuente de vida... y sigo corriendo a veces con el obstaculo de los semaforos y de los cruces, en ocasiones en largas avenidas, ...
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